El 3 de mayo de 1969, vecinos alarmados por el gigantesco incendio que habían sufrido, con escasos elementos y mucho corazón, se acercaron hasta el Cuerpo de Bomberos de Viña del Mar para manifestar su intención de formar una brigada de bomberos y solicitar ser instruidos en tareas bomberiles. El Directorio General designó a integrantes de la Segunda y Cuarta Compañías, como capitanes instructores. Poco tiempo después, la Brigada daría muestras de su preparación en un ejercicio doctrinario mixto de agua y escalas.

El 3 de mayo de 1969, por acuerdo del Honorable Directorio General se reconoce a la Brigada como Segunda Compañía de Bomberos Rural y con fecha de 10 de febrero de 1970 nace oficialmente en Viña del Mar, la Quinta Compañía, Bomba Almirante Luís Gómez Carreño, al ser reconocida por la institución como Compañía regular.

En sus inicios, contaban solamente con un carro bomba y algunos elementos que les fueron traspasados desde el Servicio Agrícola Ganadero.

Dada la ubicación de la nueva Unidad, inicialmente se pensó en la especialización en el combate de incendios forestales. Sin embargo, sus horizontes se fueron ampliando debido a que los bosques que cubrían las casas de los aproximadamente 30 mil vecinos que residían en el sector para 1968, se fueron poblando con rapidez, hasta transformarse en uno de los sectores más habitados de la ciudad.

El explosivo crecimiento Viña del Mar, particularmente en los sectores altos cercanos a Gómez Carreño y las rutas de alto tráfico de esa zona, incentivaron a capacitarse en funciones de apoyo al rescate. Según el Censo del año 2017, Miraflores y Granadilla tienen 28.741 habitantes, Santa Inés, 12.396, Achupallas y Santa Julia cuenta con 19.185 residentes, Gómez Carreño 19.690 habitantes, mientras Reñaca Alto, Expresos Viña y Glorias Navales contabilizan 39.222 habitantes. Todos estos, sectores residenciales dentro del área de despacho actual de la Quinta Compañía.

En el año 2001, la Compañía decide iniciar el entrenamiento vinculado a la especialidad de materiales peligrosos, siendo capacitados en esta materia. Sin embargo, y sin tenerlo planificado, producto de los atentados ocurridos en Estados Unidos el 11 de septiembre – que derivaron en un auge de emergencias vinculadas a la imagen del terrorismo- sin contar aún con la especialidad, la Unidad debió responder a una emergencia en domicilio particular ubicado en Cerro Castillo, debido a la presencia de un sobre sin remitente y conteniendo un polvo desconocido.

La Quinta Compañía extremó los procedimientos en términos de seguridad y solucionó el problema sin que se debiera pedir apoyo a otras organizaciones. Ese mismo año, según consta en Orden del Día Permanente número 38 con fecha de noviembre, por acuerdo del Honorable Directorio General, la Compañía “asume la especialidad de Materias Peligrosas. Su objetivo principal es mantenerse capacitado, teórica y prácticamente, para enfrentar emergencias que atenten contra la salud y seguridad de las personas derivado de riesgos con presencia de sustancias peligrosas”; manteniendo desde entonces, altos niveles de capacitación e instrucción en la materia; además de mejoras constantes en material mayor y menor, como la puesta en servicio de la Unidad 53, moderna máquina especializada en el control de este tipo de sustancias.