Integrante de la Octava Compañía, Bomba Ismael Ruiz-Tagle Leniz, el 29 de marzo del año 2002, Sebastián Oyanedel Haack de 20 años, se convertiría en Mártir de la institución.
Nació el 31 de mayo de 1981 e ingresó a la Compañía el 23 de diciembre de 1998. Estudiante de Derecho de la Universidad del Mar. Concurre a un Acto del Servicio en calle Balmaceda del balneario de Reñaca, a sólo tres cuadras del Cuartel de su Compañía, donde la escala que ocupaba para subir al departamento actuara como conductor para que los 11 mil voltios que pasaban por unos cables eléctricos, se descargaran en su cuerpo.
Durante su corta carrera bomberil, fue reconocido y valorado por cada uno de sus camaradas, por dedicarse con devoción al servicio de su Octava. Querido por todos quienes lo conocieron cercanamente, a causa de su buen carácter; por ser comprensivo, amable y alegre. Más importante aún, ser de utilidad mientras intentaba ayudar a los demás.
Los primeros auxilios se le brindaron en el IST de Viña del Mar, siendo trasladado al Hospital del Trabajador en Santiago. Tras quince días de ardua lucha, Sebastián fallece el viernes 29 de marzo del 2002.
El traslado de sus restos mortales desde la capital, fueron una larga y dolorosa caravana. Desde su salida de Santiago, hasta su paso por la Ruta 68, fue recibido por la máxima oficialidad de todos los Cuerpos de Bomberos, quienes lo despidieron con Honores, mientras los vecinos agitaban pañuelos blancos para acompañarlo en su eterno viaje.
Luego de ser velado en el Cuartel de su Compañía, fue sepultado en el Mausoleo de la Octava en el Cementerio Parque del Mar de Concón, donde descansa hasta la actualidad.
Ejemplo de entrega y servicio, el recuerdo entre sus camaradas se mantiene inalterable con el correr de los años.